La llegada de un niño a tu familia te cambiará la vida. En la mayoría de los casos servirá para reforzar la relación de pareja, pero tienes que contemplar la opción de que los padres tengan celos de los hijos.

Es lógico que haya desgaste y roces en cualquier relación, pero el problema se acentúa cuando uno de los progenitores siente celos hacia los niños. Aprecia que toda la atención que recibía antes se desvía hacia el pequeño. Aunque parezca extraño no es una situación tan complicada.

Muchas parejas deciden tener un hijo como remedio para salvar la relación con intención de fortalecer vínculos. Esas muestras de cariño y amor que se crea entre la madre y los niños hace que el padre se sienta desplazado. Los hijos demandan mucha atención y todos los cuidados que antes recibía el hombre van en exclusiva para el hijo. De alguna manera el padre se siente excluido, sobre todo cuando no le dejan cambiar pañales o darle de comer.

El hombre tiene que sentirse partícipe e integrante de ese núcleo familiar, por lo que tiene que asumir ciertas responsabilidades en el cuidado de las criaturas. Ahora más que nunca soportan más cargas por importante papel de las mujeres en el mercado laboral.

Pataletas del hijo

El problema se podría agravar cuando mantienes una relación con una mujer que tiene hijos y estáis comenzando la relación, algo muy común en estos tiempos, donde los divorcios están a la orden del día. Nunca intentes hacer la función de padres con ellos, ya que tienen uno. Tú solamente debes de comportarte como la pareja de la madre.

En algunos casos es difícil gestionar estas situaciones, sobre todo cuando los niños asumen mal la separación de sus progenitores y ven a la nueva pareja de la madre como un intruso. Lo más seguro es que tengas que aprender a actuar ante las rabietas de los hijos.